Diagrama de la finca de R.L. Stevenson en Vailima. Samoa. Autor desconocido 1889 |
“No existen tierras extrañas. Es el viajero el único que es extraño”
R. L. Stevenson
“Un hombre no debe negar sus
capacidades manifiestas, porque significa evadir sus obligaciones”
R. L. Stevenson
Robert Louis Stevenson fue una persona de alma errante, imaginativa y
viajera pero su cuerpo siempre estuvo aferrado al refugio que le ofreció el
hogar, -“el hogar está allá donde esté el corazón”-. Stevenson jamás escribió
en su casa ideal pero si la proyectó desde su propio interior como el lugar
imaginado en donde crear sus quimeras y ser íntegramente uno mismo.
No nos engañemos, se trata de una conjunción inalcanzable para todos los
mortales. Por su propia definición, la casa ideal solo puede imaginarse.
Construirla es tarea de los sueños y, que para bien o para mal, estos no son de
este mundo.
Un recinto ajardinado, como patria verdadera; un “diván-viajero”; cinco mesas bien estructuradas; tan sólo una
ventana al exterior; un amplio desván para asuntos ociosos y creativos; los
libros de siempre, aquellos que no envejecen,… R. L. Stevenson proyecta su casa
ideal para el cuidado y custodia de sí-mismo. Igual que una isla encierra un
tesoro.
Justo Ruiz Granados
Madrid, 17 de enero de 2013
Fragmentos de LA CASA IDEAL 1884 (1)
Por ROBERT LOUIS STEVENSON
“ Dos cosas son necesarias en
cualquier paraje donde nos propongamos pasar la vida: soledad y agua.”
“… es posible disfrutar de la
grandeza a escala reducida, pues el ojo y el espíritu utilizan medidas
diferentes.”
“… un riachuelo es el mejor
adorno de una morada”
“… la nacionalidad donde hayamos
de vivir es lo de menos; al fin y al
cabo en el interior de un jardín podemos construir nuestro propio país.”
“… lo ideal consiste en
encontrar un vetusto jardín, cultivado antaño con infinito esmero y sumido
desde entonces en el abandono, e intentar, no reparar, sino mantener
cuidadosamente ese abandono.”
“… el jardinero habrá de ser un
hombre ocioso y con afición a la horticultura: un jardinero sesudo y laborioso
falsearía el paisaje y uno atildado se meterá en donde no le llaman.”
“… una regla áurea aconseja
cultivar el jardín con el olfato y el oído,… sin embargo el precio pagado por
privar de su libertad a tan ardientes y aladas criaturas hará que este lujo sea
demasiado caro para un amante absoluto del placer.”
“… una casa con más de dos pisos
no es una casa, es un cuartel, la casa ideal es la de un solo piso.”
“… la casa puede ser pequeña
pero las habitaciones grandes; una simple habitación de techo alto, espaciosa y
bien iluminada es más señorial que un palacio atiborrado de cuchitriles y
alacenas.”
“… una casa de dimensiones
correctas y de caprichoso trazado es grata para el organismo.”
“… el recibimiento debería
contar con abundante huecos y apartados, ya que estos son muy discretos lugares
para conversar.”
“… una larga pared con un diván:
pasar el día tendido entre un universo de cojines es tan placentero como
viajar.”
“… el comedor: desamueblado; tan sólo un aparador, una mesa,
las sillas necesarias y una chimenea de
azulejos para el invierno.”
“… las paredes de los pasillos
pueden estar totalmente cubiertas de libros... una chimenea y una ventana, tal
vez la única de la casa.”
“… el estudio, el lugar de
trabajo, con muros recubiertos de estanterías con libros, las cuales llegan
hasta la cintura, y la parte superior del mueble forma una mesa adosada a la
pared.”
“… la habitación es muy
espaciosa, con cinco mesas y dos sillas
que no son más que islotes.”
“… cinco mesas: una para el
trabajo que se realiza en un momento dado; otra, contigua a la anterior para los libros de consulta que
se utilicen; otra, muy amplia, para manuscritos y pruebas que esperan su turno;
otra debe permanecer vacía para cualquier eventualidad; y la quinta es la mesa
cartográfica, que cruje bajo un manto de mapas y cartas a gran escala…, estos
son, de todo el material impreso, el más adecuado para estimular y complacer la
imaginación.”
“… la silla en que uno se sienta
a trabajar debe ser muy baja y cómoda.”
“… todo el desván de la casa
forma, de parte a parte, un solo aposento; aquí se han instalado mesas sobre
las que se pueden moldear territorios imaginarios o reales en masilla o
argamasa con excelentes utensilios y pigmentos, un banco de carpintero y un
rincón disponible para la fotografía.”
“… la pequeña habitación para
las veladas invernales: en tonos cálidos y fuertes,… una chimenea, los asientos
y sofás profundos y acogedores; una mesa para los libros del año; y tres
estantes llenos de esos libros eternos que nunca envejecen: Shakespeare, Molière,
Montaigne, Lamb, Stern,… Las mil y una noches, el Conde de Montecristo.”
“… los dormitorios grandes,
aireados, sin muebles, con suelos de madera barnizados.”
Fragmentos de LA CASA IDEAL 1884
Por ROBERT LOUIS STEVENSON
(1)La casa ideal y otros textos. Robert
Louis Stevenson 1884. Traducción de Santiago R. Santerbás, María Condor y Antonio Iriarte Jurado. Ediciones Hiperión. Madrid 1998.
8 Howard Place, Edinbugh. Casa en donde nació R. L. Stevenson 1850 |
Mont Vernon, Hampstead, London, Abernethy House |
Saranac Lake. NY. 1887 |
Monterey. California |
Monterey. California |
En el Equator, rumbo a la Polinesia. Maleta de Stevenson |
Islas Sandwich |
Casa de Stevenson en Vailima. Samoa. Foto John Davis 1889 |
Casa de Stevenson en Vailima. Samoa. Foto John Davis 1889 |
Casa de Stevenson en Vailima. Samoa. Foto John Davis 1889 |
La familia Stevenson en Vailima junto al personal de servicio |
Casa del Parlamento. República de Mariki. Gilbert Islands. Foto John Davis con Robert Louis Stevenson. 1889. |
Mont Vaea. 1889 |
Robert Louis Stevenson |
Tumba de R. L. Stevenson en la cima del Mont Vaea. 1894 |
Dibujo de Robert Louis Stevenson que ilustra "La Isla del Tesoro" 1880 |
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